Historia
Los yacimientos de San Tirso, Pozuelos, San Pedro y Villardón presentan restos calcolíticos y romanos que nos indican la antigüedad de este poblamiento.
Durante la época medieval, la riqueza de las salinas atrajo mucha población y convirtió esta comarca en un lugar muy apetecible para la Iglesia.
El conde Pedro Ordóñez donó en 1077 sus pausatas en Villarrín al Obispo de León.
Mantuvo buenas relaciones con el Monasterio de Moreruela, gran propietario de terreno en su término, para el aprovechamiento de las Salinas. Las crisis demográficas y la conquista de nuevos territorios con salinas se tradujo en un paulatino desinterés por la explotación salinera, con el consiguiente despoblamiento de sus aldeas que, con el tiempo, se fueron integrando en el término de Villarrín, como San Pedro Muélledes (que pertenecía a la Encomienda de Castrotorafe), San Tirso, Maladones, Falornia, Gamonal, Negrela, Oterino…
A finales del siglo XIV pertenecía al Marqués de Astorga por herencia de su esposa, Mencia de Guzmán, cuando algunos despoblados y ermitas próximas ya estaban integrados en Villarrín.