Información Turística
Un lugar donde la vista se pierde en el horizonte infinito, donde el cielo y la tierra se funden en impresionantes perspectivas surcadas por las suaves pinceladas del vuelo de las aves. Un lugar de tierra y adobe en el que robustos muros dan paso a acogedoras estancias cargadas de hospitalidad para el viajero que por allí pasa.
Y es que en Tierra de Campos, Tierra del Pan y Norte del Duero se produce una extraña simbiosis entre una naturaleza llena de vida y el trabajo de sus gentes en las labores agrícolas, fundiéndose en un todo que nos lleva a un tiempo en el que la armonía entre hombre y naturaleza era total y que afortunadamente, aquí se mantiene inalterada.
Su arquitectura, su gastronomía, sus fiestas y tradiciones, su entorno natural… son evocadoras muestras de un lugar que todos tenemos en nuestro recuerdo porque lo hemos vivido en nuestra infancia o hemos oído a nuestros mayores hablar de él, y que gracias a esa lejanía del industrioso mundo de las grandes ciudades y a iniciativas de desarrollo rural como A.D.R.I. PALOMARES está presente y salvaguardado para que también lo disfruten las generaciones venideras