Historia
Toda esta zona estuvo muy pronto habitada, a juzgar por los hallazgos, siendo su mayor atractivo la extracción de la sal en las próximas salinas.
En tiempos protohistóricos, los Vacceos, pueblo de estirpe celtíbera y economía cerealista, que vivían en poblados llamados castros, en viviendas de barro y adobe, ocupaban toda la zona al oriente del Esla y Norte del Duero. Los romanos llegaron desde el sur buscando su capital, Intercatia, situada en esta zona. Finalizada la conquista, integraron el territorio en el convento jurídico cluniense, con sede en Clunia (Coruña del Conde), aunque los restos de su presencia son escasos.
El lugar pertenecía al alfoz de Villafáfila, pero pronto estuvo bajo la jurisdicción de la Encomienda de Benavente de la Orden de San Juan de Jerusalén, de la que dependían dos parroquias, una, la de Vidayanes y, otra, la de San Juan de Cerecinos de Campos.
Hubo en su término dos ermitas, la de San Miguel y la de la Vera Cruz.