En los comienzos de la historia, un pueblo de estirpe celtibérica, los vacceos, ocupaban este territorio, levantando sus poblaciones fortificadas con muros de tapial y adobe, en los leves alcores, dedicándose a la agricultura de cereales y resistiendo ferozmente el avance de los romanos. Se han encontrado algunos vestigios de su actividad, probablemente relacionada con el negocio de la sal.

Alfonso III decide iniciar la repoblación trayendo gentes de muy variado origen, gascones, gentes del norte peninsular, foramontanos, y del sur, mozárabes, que pueblan los yermos y les dan nombre.

La primera cita documental de Revellinos es un documento (945) donde se citan las propiedades de la familia Bani Sendati con muchos otros vecinos del lugar. Parece ser que el topónimo  hace referencia al leonés “Revelle”, que lo puebla mediado el siglo X. El Monasterio de Eslonza, por esa misma época, adquiera algunas tierras en el lugar. Posteriormente perteneció a la Orden de Santiago.

Se incorporó al alfoz de Villafáfila y pasó a formar parte de la moderna provincia de Zamora, al constituirse ésta a mediados del siglo XIX.