Los primeros vestigios prehistóricos encontrados en el yacimiento de San Martín pertenecen a la Edad de Cobre.

En el siglo XII, los herederos de la repoblación medieval de Montamarta entregaron al Obispo y a su iglesia de Zamora sus derechos sobre la iglesia de San Miguel.

Los frailes jerónimos fundaron en 1404 el Monasterio de Santa María, que recibió generosas donaciones de la monarquía, como el donativo de Juan II o el juro que le entregan los Reyes Católicos, y que estuvo protegido por la nobleza puesto que lo elegía como lugar de enterramiento. Entonces conoció una época de esplendor con la construcción de la magnífica capilla de Santiago y la puesta en funcionamiento de una Hospedería y de Cátedras de Estudios, por lo que los Regidores de Zamora consiguieron llevarlo a la ciudad en 1534.

Montamarta contó con dos parroquias, San Miguel y Santa María del Castillo -templo que gozaba de una gran devoción y un patrimonio rústico considerables-, además de cuatro ermitas: San Martín, San Sebastián, La Cruz y N ª S ª de Monreal. Catalina Miguel fundó en 1570 una Obra Pía para casar huérfanas y un Pósito con 209 fanegas de trigo para socorrer a sus vecinos.