Hallamos vestigios de cultura megalítica en los dólmenes de El Juncal, que señalan la antigüedad de sus primeros asentamientos humanos, que tuvieron su continuidad en La Villa, posible fortificación vaccea, que enlaza con la dominación romana en los yacimientos de La Halconera, Las Garbanceras o Teso Jubilias.

Su emplazamiento actual surgiría durante la repoblación medieval, “Castronovo”, para asentar población junto al río Aratoi y así avanzar la Reconquista hasta el río Duero.

Una muestra de su importancia histórica son los documentos firmados en Castronuevo por los monarcas leoneses en el siglo XII, en cuyo siglo Rodrigo Flórez y Pelayo Sabit construyen la iglesia de San Salvador, que donan al obispo Esteban y a la iglesia de San Salvador de Zamora. Estos mismos beneficiarios recibieron del rey Fernando II todos los derechos que tenían en la villa de Castronuevo. Por otra donación de 1185 conocemos la existencia de la iglesia de San Pedro en esta localidad, arruinada en 1490.

En 1624 Cristóbal de Porres recibe el título de Conde de Castronuevo, grandeza nobiliaria que aún se conserva. Contó con las ermitas de San Roque, La Cruz y Nuestra Señora de las Vegas, con hospital anejo; el Concejo mantuvo cuatro votos-villa mucho tiempo.