Historia
Los primeros asentamientos humanos pertenecen a la Edad de Bronce (puñal campaniforme) y época romana (yacimientos La Manuela y Valdobón). La repoblación organizada por la monarquía leonesa para consolidar sus posiciones en la zona del Valderaduey dará lugar al emplazamiento actual de Aspariegos, en cuyo término se agrupan los despoblados de Canillos, Fradejas, Grajalejo y Monzón. La villa desierta de Fradejas fue donada en 1142 por el rey Alfonso VII al obispo Bernardo, quien concederá un Fuero, seis años después, para conseguir su repoblación.
El Conde Osorio y su esposa donan en 1159 a la Iglesia de San Salvador la tercia de los diezmos y sus derechos en Grajalejo, donación que repitió en 1168 María Románez con la iglesia de Aspariegos. Monzón perteneció al convento de San Jerónimo de Zamora desde 1577. Grajalejo fue de la Orden de San Juan y Canillos tuvo como propietarios a las Marquesas de la Motilla y de la Lapilla, y Ambrosio Mayoral.
Aspariegos contó durante varios siglos con un molino harinero sobre el río Valderaduey y un Pósito dotado con 400 fanegas de trigo para socorrer a sus vecinos. En la Desamortización, Manuel Villachica compra Fradejas y M ª Dolores Gálvez la dehesa de Monzón.