Historia
Los vestigios romanos hallados en los yacimientos “Las Torrecillas” y “El Torreón” así como la necrópolis de “Las Paredes” nos indican la antigüedad de los poblamientos ubicados en este territorio.
Su emplazamiento actual se origina en la repoblación de las tierras zamoranas efectuada por los monarcas leoneses durante la Edad Media. Desde aquel momento perteneció al Señorío del Arzobispo de Santiago, quien recibía los tres cuartos de sus diezmos granados.
Los agobios económicos de Felipe II por su política internacional desembocaron en la venta de Arquillinos, con la correspondiente autorización papal, a Francisco García de Villalpando, en 1588, señorío que recayó en la familia Guadalfajara en el siglo XVII. Su descendiente, Melchor de Guadalfajara Eraso, regidor de la capital zamorana, logró el título de Conde de Castroterreño en el siglo XVIII. Los labradores le pagaban de vasallaje dos fanegas de trigo, los medios labradores una fanega y el resto una ochava, además de 10 maravedíes cada uno y 48 gallinas entre todos.
La lista de los principales propietarios de bienes rústicos estaba encabezada por el Beneficio Curado y la Parroquia local, propiedades que recayeron en manos de vecinos del pueblo durante la Desamortización del siglo XIX.